jueves, 16 de enero de 2014

Despidiéndome





Empecé a escribir en este blog en octubre del 2009, atrás dejaba la dulce etapa de los 16 y acababa de cumplir 17 años, entonces yacía sobre el escritorio de mi habitación una computadora desfasada con un monitor inmenso, de esos antiguos que ahora son usados solamente como reliquias, recuerdo que a raíz del constante uso dañé mi visión y apresuré mi necesidad de anteojos, atravesaba en ese año una terrible etapa de soledad y distanciamiento, luchaba para dejar atrás los buenos tiempos de colegio y también por olvidar a medias a un dulce niño de ojos bonitos del que me encontraba profundamente enamorada, y otros sentimientos encontrados que se hicieron manifiestos, en fin decidí empezar a escribir para drenar las heridas
para separar la muerte de la vida
para distanciar el pasado del presente
para alejar los recuerdos y atreverme a sentir nuevamente
para EMPEZAR DESDE CERO.

Me encuentro a alrededor de 500 de las 20 mil visitas y siento que ha valido la pena, confieso que he encontrado en 74 escritos algunos que me han conmovido mucho y por qué no decirlo algunos otros que me han maravillado, hasta el momento aún no termino de asimilar que los haya escrito yo, que hayan sido creados por mis dedos, en coordinación con mi cabeza y fusión con mi corazón.

Cada uno tiene un retazo de mi alma
un poquitito de mi esencia
un pedacito de lo que existe dentro de mi
turbaciones,
miedos,
desolaciones,
tristezas,
alegrías,
emociones, sentimientos, VIDA.

Cada uno tiene algo de lo que querido compartir con ustedes, me fui abriendo a medida que iba escribiendo (quizás algunas veces de más) pero siempre lo hice de forma consciente y quise que sea así, quienes me conocían personalmente lograron conocerme un poco más, quienes no me conocían pues lograron hacerlo.

Gracias de corazón a quienes me han seguido lealmente durante estos cinco años, publicación a publicación, escrito a escrito, prosa a prosa, rima a rima, HISTORIA A HISTORIA.

Gracias por leerme y pedirme en muchas oportunidades que no dejara de escribir.

Gracias por seguir mis pasos, por seguir lo mío, por seguirme.



Sin embargo ahora siento que es momento de despedirme
muchos se han ido ya y se me han adelantado hace bastante tiempo
no descarto que vuelva a escribir más adelante pero ya no será aquí
necesito cerrar un ciclo de mi vida y no podía irme sin despedirme
ha sido toda mi etapa universitaria, la misma de este blog personal
se van quemando etapas
pero jamás recuerdos
y con nostalgia debo decir HASTA PRONTO, HASTA SIEMPRE.



lunes, 30 de diciembre de 2013

Espiral - Parte 5 (Final)



Teníamos dos amigos maravillosos, ocho patas - dos corazones, lo éramos todo y terminamos siendo nada, cuando los perdimos entendimos que la vida era dura, que los seres que uno amaba terminaban viéndose obligados a tomar rumbos distintos, el mundo redondo y desconocido tenía que seguir girando a pesar de la destrucción interna.

Teníamos dos ángeles que nos llevaban de un lado a otro sobre el lomo, tan bellos y tan cálidos; juntos pasamos frío, calor, viajamos bajo lluvias intensas, tormentas de rayos y truenos, campos inundados con espíritus, oscuridad y silencio, cansancio y fastidio; juntos tocamos el cielo, caminamos sobre las nubes, disfrutamos de la magia de caminar sin tocar el suelo, de volar sin tener alas, de atravesar el tiempo sentados sobre las monturas heredadas por el abuelo.

Teníamos la felicidad rozando nuestros dedos, la alegría en cada paso, la sonrisa en cada latido, la ilusión en cada travesía.

Teníamos una familia de siete, y éramos siete en todo momento.

Teníamos todo lo necesario para fabricar una colección de tiempos memorables.

Teníamos dos seres muy amados que nos enseñaron a sentir, a vibrar, y también a descubrir el desgarro profundo del desprendimiento, de la despedida que se hace eterna, del adiós que da su manifiesto y va destruyendo todo lo que encuentre a su paso, del hasta nunca que va latiendo en cada lágrima que va escapando, del ya no son nuestros, del quizás nunca lo fueron y sólo formaban parte de un préstamo de felicidad, un retacito de gloria.



Espiral porque nos encontrábamos girando alrededor de un punto de vida, negando el distanciamiento de un tiempo pasado que tantas alegrías nos ofreció y sin lugar a dudas fue mejor, pero ahora con el transcurso de los días, se van cerrando más puertas y se van abriendo otras tantas, es inevitable adoptar nuevas millas, nos alejamos cada vez más, cada vez más y más, empezamos a desaparecer lentamente hasta que en algún momento de nuestras vidas nos extinguimos por completo.






viernes, 27 de diciembre de 2013

Espiral - Parte 4




El más grande era diferente, dulzura pura, fragilidad tatuada en la mirada.

Yo solía pasar mucho más tiempo con él, nos entendíamos a la perfección, ahora que el tiempo ha pasado podría afirmar que latíamos con la misma intensidad, pausados y tranquilos, suaves y asilenciados, entonces podrían habernos golpeado y no reaccionábamos, podrían habernos herido y sólo sangrábamos a escondidas, podrían habernos gritado y sólo temblábamos asustados, podrían habernos destruido y sólo nos quedaba compartir penas, llorar a dúo, abrazarnos para recalentar el sentimiento que se nos empeza a ir de puntillas, que se nos escapaba por el agujerito de la puerta trasera.

Yo aprendí a vivir cuando un día de nubes grises y pronóstico lluvioso me cargó en la espalda por vez primera, acaricié su pelo y sentí su corazón latiendo, su cuerpo caliente se fusionó con el mío para transmitirme energía nueva, distinta, profunda. 

Empezó a caminar a pasos lentos para darme alas, empezó a moverse despacio, despacito para no ahuyentar al coraje y mantener la templeza, despacito para que no se aproxime el miedo y de un grito salte huyendo despavorida, despacito para enseñarme a andar por los cielos y a disfrutar de la magia de estar vivos.



Despacito se movía (recuerdo) 
y despacito fui amándolo con todas las fuerzas del universo.







domingo, 22 de diciembre de 2013

Espiral - Parte 3


El más pequeño tenía los ojitos cálidos, pícaros y traviesos, podía quedarme observándolo pero siempre a una distancia moderada, era impredecible y reaccionaba ante cualquier ruido, se exaltaba y quería salir huyendo de donde estaba, reaccionaba violentamente, el ruido podía hacer que enloqueciera y no lo supimos hasta la mañana del sábado en el que el sonido estruendoso de las botellas al impactarse entre sí le alborotaron cada célula del cuerpo, golpeó a mi hermano mayor y escapó corriendo, no lo volvimos a ver hasta el anochecer, lo encontramos abandonado en un lugar distante, yacía en la oscuridad bajo la sombra de un poste de alumbrado público, enormemente asustado, sentí su cuerpo temblar cuando lo toque suavemente con las yemas de los dedos, esquivó la mirada una y otra vez, rechazaba cualquier manifestación de cariño, entonces lo abracé fuertemente y papá nos ayudó a tranquilizarlo, lo llevamos a casa y lo alimentamos, antes de irnos para dejarlo descansar lo acaricié una vez más, entonces sentí su corazón latiendo rápidamente, aún ardía el pánico en su interior, pero nosotros sólo lo lastimábamos más estando ahí junto a él, necesitaba curarse, asimilar lo acontecido y volver a respirar con tranquilidad.


Fue uno de esos momentos que se quedan grabados en el corazón, estaba llorando por dentro y pude sentirlo, lloraba de miedo y de culpa, lloraba como un bebé desprotegido, lloraba como solamente pueden llorar algunos seres bendecidos por Dios.



viernes, 20 de diciembre de 2013

Espiral - Parte 2


— ¿Qué es eso que está en el cielo? 
— ¿Ah?
— Te digo que, ¿Qué es eso de color blanco que está en el cielo?
— Ah eso, se le llama POLVO CÓSMICO.
— ¿Y eso qué es?
— Son muchas partecitas pequeñas que están en el espacio junto a las estrellas, planetas y galaxias.
— ¿Pero no salen siempre no?
— No, sólo cuando es una noche llena de estrellas como la de ahora.
— Polvo ¿qué?
— POLVO CÓSMICO, cós-mi-co.
— ¿Y tú cómo sabes?
— Me enseñaron en el colegio.
— Ah bueno ...
¿Por qué cuando apunto al cielo con la linterna no veo a donde va a parar la luz?

— Porque el cielo es muy inmenso e infinito, está muy pero muy lejos.
— ¿Pero la luz llega?
— Sí, claro, pero no la puedes ver porque desaparece, ninguna persona la puede ver y ya deja de jugar con la linterna que nos quedaremos sin pilas.
— Oye ...
— Dime.
— Tengo miedo de pasar por el cementerio de noche.
— No pasa nada, además yo te cuido.
— Sí lo sé, pero igual me da miedo ¿Y si pasamos corriendo?
— Ya está bien, pasaremos corriendo.



Unas de las conversaciones que teníamos mientras volábamos, bajo la luz infinita de las estrellas y la luna llena, llenita toda, con chirridos y cientos de sonidos extraños adornando recorridos, con linternas, caramelos y chocolates. 



martes, 3 de diciembre de 2013

Espiral - Parte 1


Cierta vez, en alguna etapa de mi vida, que se me fue y se fue, recuerdo que yo volaba sin tener alas ni capas, corría sin tener que emplear los pies, latía con corazón ajeno, respiraba naturaleza pura y desprendía mi cuerpo el calor más reconfortante, me quedaba plácidamente dormida y mi cuerpo seguía meciéndose, se movía de un lado a otro con total suavidad, adornaban mis sueños las nubes y las variaciones de celeste cielo esplenderoso, el sol entonces acariciaba a la piel sin causarle daño, y el cabello se pintaba de color castaño.


Continuará . . .




sábado, 16 de noviembre de 2013

- Miradas -





Existen miradas que ya no están más
miradas ausentes
que muestran el espacio vacío, 
el principio hacia el final.


Existen miradas que suplican un adiós
miradas que necesitan cerrar historias
que muestran el rechazo a volver a intentar.

Existen miradas que se van repitiendo en la memoria,
miradas que trastornan mentes
que bailan sin cesar, que vienen y van.

Existen miradas que curan heridas
miradas que van sumando gotitas de esperanza 
que van amortiguando a los corazones suicidas.

Existen miradas que brillan y brillan
miradas que van irradiando vidas
que se abren y llenan, se apagan y quiebran.

Existen miradas que despedazan
miradas que te van arrancando el alma
que se clavan hasta el fondo como espadas de agonía.

Existen miradas que enjaulan dolor
miradas que contienen demonios disfrazados de ángeles
que se flagelan en el interior.

Existen miradas que se pintan rojas de ira
miradas que lapidan
que observan de reojo enfurecidas.

Existen miradas diferentes a las demás
miradas especiales, casi mágicas, fuera de lo normal
que van desfilando torpes, turbias, y confusas.

Existen miradas que enamoran de principio a fin,
miradas que alborotan mariposas
que siembran sonrisas, cosechan sueños y cultivan alegrías.

Existen miradas que atraen,
miradas que sirven de musas
que motivan a alcanzar las estrellas y columpiarse sobre ellas.

Existen miradas que peregrinan,
miradas que no se se están quietas
que desperdician vidas en búsquedas infructuosas.

Existen miradas que persiguen
miradas que te envuelven en laberintos
que no te dejan escapar.

Existen miradas que mienten
miradas que traicionan al voltear la esquina
que crean maldiciones y celebran fracasos ajenos.

Existen miradas que están congeladas
miradas que ya no ven más
que de tanto llorar se han quedado paralizadas.

Existen miradas que se vuelven cómplices
miradas que guardan secretos
que se tragan tormentos y observan en silencio.

Existen miradas que se apagan
miradas que cumplieron con un ciclo vital
que se van haciendo diminutas para despertar a la eternidad.



Pero también existen miradas como las mías
indescifrables
anónimas
mal paridas.


jueves, 31 de octubre de 2013

Tu recuerdo


Pensaba en escribir sobre algo sobre alguien, despedir octubre con broche, no dorado ni plateado, con broche nada más, pensaba y no encontraba nada en especial, entonces te me cruzaste como cuchillazo en la memoria, tu recuerdo duele tanto como dolió tu partida y escogí un retazo entre tantos otros ... ahí va mi tiempo contigo y con tu locura, tu locura exasperante.

Era una tarde como cualquier otra, brillante y llena de luz, era domingo y acompañé a papá al campo, normalmente no lo hacía pero ese día decidí salir a esparcir mente e ideas, me llevó consigo al puquial del terreno de abajo dónde habían muchos árboles y mucha vida, lo ayudaba y conversábamos hasta que lentamente me fui alejando en mi afán de buscar piedras raras y bonitas.

Entonces, ya alejada, me topé con un cuadro bastante lindo. Varios niños se encontraban deslizándose en el gras desde un lugar bastante empinado, sobre plantas muy parecidas a las "alas", plantas pertenecientes a la especie aloe, muy similares a la sábila pero en una versión más grande y sin tantas espinas. Sonreían y hacían un ambiente cálido, cargado de felicidad. Estabas tú dentro de ellos, me pediste que me aproximara y me acerqué tímidamente, vi que tenías la parte trasera del pantalón manchada de color verde y me reí, miré a mi alrededor y todos los que formaban parte del juego tenían los pantalones y buzos manchados de color verde naturaleza en la parte trasera, reí mucho más. Entonces te vi desaparecer, el campo simulaba un tobogán y tu cuerpo apareció nuevamente pero bastante alejado, me regalaste una sonrisa espléndida y me pasaste la voz con las manos, corriste con la "ala" bajo el brazo en dirección mía y me la cediste, te dije que no con la cabeza pero me la ofreciste una vez más, te expliqué que no sabía cómo hacerlo y que sentía miedo que podía caerme, subiste sobre el móvil verde y me invitaste a deslizarme contigo, me abracé a tu espalda y nos fuimos hacia abajo, fue una de las experiencias más alucinantes que haya vivido. Me cedieron otra "ala" y me fui hacia abajo una, otra y otra vez más ... volando, viviendo, sintiendo adrenalina pura durante horas.

El campo empinado se fue quedando vacío, los demás niños terminaron yéndose de a pocos, nos quedamos tú, otro niño más y yo, entonces, cuando ya teníamos la parte trasera bastante verde y maltratada por los resbalones consecutivos, nos comentaste que conocías un lugar bonito en la parte de abajo y querías que te acompañáramos, lo pensé mucho y al final decidí ir contigo, él otro niño se animó de inmediato, y nos fuimos los tres a cazar una nueva aventura.

El lugar al que te referías, era como una cueva, un refugio construido a base de barro y de piedra, tenía al lado un árbol y mucha área verde, era un lugar bastante tranquilo e irradiaba un aura que atraía con gran fuerza; me hubiese encantado tener una cámara y poder capturar nuestras expresiones, y capturar también la belleza del lugar en el que nos encontrábamos entonces. Saltábamos y corríamos por los alrededores, durante un buen rato mientras reconocíamos el espacio nuevo, cansados y ya hambrientos nos sentamos a compartir lo poco que llevábamos con nosotros. Tú tenías una bolsa con kekes, pastelillos y bizcochuelos que sacaste a escondidas de la bodega de tu madre, y otra bolsita adicional con la merienda del día, cancha de maíz con un poco de queso, el otro miembro del grupo traía consigo mandarinas y plátanos, yo solamente una galleta y algunos dulces, así que juntamos todo lo que teníamos para comerlo en partes equitativas, nunca antes ni después disfruté tanto un compartir, escaso pero delicioso y sobre todo amabilidad a nuestra corta edad. 


Mientras comíamos nos contaste que días atrás rondabas por el mismo lugar y habías sido partícipe de un alumbramiento, era una yegua que traía a la vida a un hermoso potrillo, cuando entré a la cueva para ver si habían quedado rastros, vi sangre y mucho pelo regado en el suelo, me asusté y salí corriendo, ambos se rieron. En realidad siempre fui muy temerosa y a ti te causaba gracia. Jugamos durante unas horas más y luego recordé que debía volver a casa y que no me salvaría de una buena sacudida, te pedí que volviéramos y accediste, caminamos cansados y todavía con hambre, caminamos y no recuerdo que hablábamos durante el retorno, sólo que cuando ya nos acercábamos vi a tu mamá, la saludé y me fui a casa.

Esa tarde disfruté de tu compañía, de tu alegría y desenfreno, de toda la aglomeración de energía  a punto de estallar, de tu hiperactividad y demencia.



Teníamos casi la misma edad, entonces dejabas salir conmigo todo lo que ardía dentro de ti, eras violento y áspero con los demás pero conmigo eras diferente, compartimos experiencias entre buenas y malas, reímos pero también lloramos, en fin te conocía lo suficiente para saber quién eras y qué herida tuya ardía con mayor intensidad, que era lo que en verdad necesitabas y por qué actuabas así, entendí con el transcurso del tiempo por qué cojeabas de ese pie y no del otro, por qué desafiabas al mundo y vestías de rebeldía al salir el sol y hasta ocultarse la luna. Te conocía tanto y tanto que siempre supe cuáles eran los remedios más certeros para tus males, nadie más lo supo, compartíamos algunas penas y otros tantos dolores.

Por eso, la noche gris en la que volví a casa y me contaron lo que supuestamente había acontecido, se me me nubló la mente y me atrapó una conmoción sin igual, estaba ahí parada ... helada, ida, desaparecida. 

No lo demostré en su momento, me guardé el dolor, me lo fui tragando y cuando estaba a punto de brotar apretaba los puños para demostrar fortaleza, no fui a velar tus recuerdos no porque no quisiera, sólo Dios sabe cuanto me mata contemplar esos momentos negros ESOS DESPRENDIMIENTOS, ese día te regalé cinco goles y siento que no pude haber hecho más, te vi correr tras del balón junto a mi y te sentí en cada paso en cada latido, corrí tanto que sentía que el corazón se me partía en mil pedazos y no importó, tu imagen impresa en mi cabeza no me dejaba respirar en paz necesitaba aproximarme a ti y pedirte explicaciones, suplicarte realidades, encadenarme a tu recuerdo, perpetuar tu voz en mi silencio y gritarte que NUNCA DE LOS NUNCAS iba a arrancarte de mi, nunca de los nuncas iba a olvidar tu sonrisa, nunca de los nuncas iba a dejar de abrazar tus memorias y todo lo que dejaste regado aquí.

Tengo una canción que hiciste tuya reproduciéndose en mi cabeza cada vez que me acuerdo de ti.
Una marinera de antología, con un zapateo bien ejecutado-
Un gol de tiro libre, fantástico.
Una poesía recitada con tus manos.
Una sonrisa, una mirada, un remolino de emociones y un corazón latiendo a gran intensidad.

Tengo tu recuerdo aquí, 
muy dentro 
muy latente
muy punzante.

Tengo tu recuerdo en mi.

domingo, 27 de octubre de 2013

Missing





Please, please, forgive me
But I won't be home again
Maybe someday you'll look up
And barely conscious, you'll say to no one
"Isn't something missing?

No me encontrarás mañana
cuando regreses y enciendas la luz
no estará más mi dolor 
en la repisa de tu habitación
ni mi aliento, ni mi voz, ni el sonido de mi corazón.





You won't cry for my absence, I know
You forgot me long ago
Am I that unimportant?
Am I so insignificant?
Isn't something missing?
Isn't someone missing me?


¿No te has dado cuenta que he tirado la toalla?
ya no pude más
ya no aguanté más
tus lágrimas no me detuvieron
 en realidad nunca existieron.

De verdad, 
¿No sientes que hace falta algo?



Even though I'm the sacrifice
You won't try for me, not now
Though I'd die to know you love me
I'm all alone
Isn't someone missing me?

Y aún cuando esté cayendo ...
no correrías a atraparme.

Me has dejado caer cientos de veces,
cientos de veces me has dejado caer.

Aún cuando ya no quede nada de mi
nada por devorar
nada por destruir.

No correrías a salvarme.



Please, please, forgive me
But I won't be home again
I know what you do to yourself
I breathe deep and cry out
"Isn't something missing?
Isn't someone missing me?"

No volveré a recostar mi cuerpo en brazos fríos
ya nada me espera ahí
ya no hay más espacio entre tus frazadas
ya las sonrisas se han ido muriendo congeladas.

Pero, ¿Acaso no te das cuenta 
que ya no estoy más?




Even though I'm the sacrifice
You won't try for me, not now
Though I'd die to know you love me
I'm all alone
Isn't someone missing me?

Y aún cuando esté desapareciendo ...
no me rosarías para poder sentirme 
ni por última vez.

Lo olvidaba,
no sientes
no vives
no habitas eternamente.

Así que jamás me alcanzarías, definitivamente.




And if I bleed, I'll bleed
Knowing you don't care
And if I sleep just to dream of you
I'll wake without you there
Isn't something missing?
Isn't something


  Ya no recuerdo 
de qué estaba hecha 
antes, mucho antes de envolverme en manías ajenas.

¿Alguien lo sabe?

Ya no recuerdo
de qué color estaba pintada mi sangre
si era roja, azul, verde o gris.

Ya no recuerdo
en que momento se me fue chorreando la mirada
oscureciendo el pulmón
sofocando la adicción.





Even though I'm the sacrifice
You won't try for me, not now
Though I'd die to know you love me
I'm all alone
Isn't something missing?
Isn't someone missing me?



Pasos agotados
aturdidos
confusos
el desvío próximo del camino 
me aleja mucho más de viejos espacios vacíos.



¿De 

verdad
 no 
sientes
 que 
hace
 falta 
ALGO?



sábado, 12 de octubre de 2013

La mismísima


La misma mierda de siempre,
en diferentes idiomas y en el mismo lenguaje
La misma mierda de toda la vida,
con las mismas expresiones y en diferentes continentes.

La mierda que viene
la mierda que se va
la mierda en la que te convertiste
la mierda de la que escapabas y ahora te envolvió.

La mierda de la que dijiste jamás ibas a ingerir
mientras tus manos iban jurando no soltarse jamás
la mierda que va pintando tu mundo de azul/rojo - bicolor
mientras se te va oscureciendo la vida, o lo poco que te queda por vivir.


La mierda que se acuesta contigo después de cerrar el telón y despierta lejos de ti cuando salen los primeros rayos del sol, la misma que va latiendo en tus oídos y te invita a olvidarte de la humanidad.

La mierda que divide
la mierda que multiplica
la mierda que suma y suma hasta que habita por completo
la mierda que va restando sueños, ilusiones, cánticos, y letras.



La mismísima mierda que te hace fuerte y de acero.
La mierda mismísima que recargas cada enero.




La

M
I
E
R
D
A
que te va resumiendo.

La

M
I
E
R
D
A
con la que aprendiste a convivir.

La

M
I
E
R
D
A
de la que te alimentas.

La MIERDA en la que naufragaste y yo me negué a observar.
La MIERDA que vas soltando, cuando dices y dices que "todo volverá a ser igual" .
La MIERDA que te alejó y jamás te hará regresar.




La mierda que maneja tu vida
la mierda en la que te transformaste
la mierda que ya no quiero ver más.