sábado, 16 de noviembre de 2013

- Miradas -





Existen miradas que ya no están más
miradas ausentes
que muestran el espacio vacío, 
el principio hacia el final.


Existen miradas que suplican un adiós
miradas que necesitan cerrar historias
que muestran el rechazo a volver a intentar.

Existen miradas que se van repitiendo en la memoria,
miradas que trastornan mentes
que bailan sin cesar, que vienen y van.

Existen miradas que curan heridas
miradas que van sumando gotitas de esperanza 
que van amortiguando a los corazones suicidas.

Existen miradas que brillan y brillan
miradas que van irradiando vidas
que se abren y llenan, se apagan y quiebran.

Existen miradas que despedazan
miradas que te van arrancando el alma
que se clavan hasta el fondo como espadas de agonía.

Existen miradas que enjaulan dolor
miradas que contienen demonios disfrazados de ángeles
que se flagelan en el interior.

Existen miradas que se pintan rojas de ira
miradas que lapidan
que observan de reojo enfurecidas.

Existen miradas diferentes a las demás
miradas especiales, casi mágicas, fuera de lo normal
que van desfilando torpes, turbias, y confusas.

Existen miradas que enamoran de principio a fin,
miradas que alborotan mariposas
que siembran sonrisas, cosechan sueños y cultivan alegrías.

Existen miradas que atraen,
miradas que sirven de musas
que motivan a alcanzar las estrellas y columpiarse sobre ellas.

Existen miradas que peregrinan,
miradas que no se se están quietas
que desperdician vidas en búsquedas infructuosas.

Existen miradas que persiguen
miradas que te envuelven en laberintos
que no te dejan escapar.

Existen miradas que mienten
miradas que traicionan al voltear la esquina
que crean maldiciones y celebran fracasos ajenos.

Existen miradas que están congeladas
miradas que ya no ven más
que de tanto llorar se han quedado paralizadas.

Existen miradas que se vuelven cómplices
miradas que guardan secretos
que se tragan tormentos y observan en silencio.

Existen miradas que se apagan
miradas que cumplieron con un ciclo vital
que se van haciendo diminutas para despertar a la eternidad.



Pero también existen miradas como las mías
indescifrables
anónimas
mal paridas.