jueves, 31 de octubre de 2013

Tu recuerdo


Pensaba en escribir sobre algo sobre alguien, despedir octubre con broche, no dorado ni plateado, con broche nada más, pensaba y no encontraba nada en especial, entonces te me cruzaste como cuchillazo en la memoria, tu recuerdo duele tanto como dolió tu partida y escogí un retazo entre tantos otros ... ahí va mi tiempo contigo y con tu locura, tu locura exasperante.

Era una tarde como cualquier otra, brillante y llena de luz, era domingo y acompañé a papá al campo, normalmente no lo hacía pero ese día decidí salir a esparcir mente e ideas, me llevó consigo al puquial del terreno de abajo dónde habían muchos árboles y mucha vida, lo ayudaba y conversábamos hasta que lentamente me fui alejando en mi afán de buscar piedras raras y bonitas.

Entonces, ya alejada, me topé con un cuadro bastante lindo. Varios niños se encontraban deslizándose en el gras desde un lugar bastante empinado, sobre plantas muy parecidas a las "alas", plantas pertenecientes a la especie aloe, muy similares a la sábila pero en una versión más grande y sin tantas espinas. Sonreían y hacían un ambiente cálido, cargado de felicidad. Estabas tú dentro de ellos, me pediste que me aproximara y me acerqué tímidamente, vi que tenías la parte trasera del pantalón manchada de color verde y me reí, miré a mi alrededor y todos los que formaban parte del juego tenían los pantalones y buzos manchados de color verde naturaleza en la parte trasera, reí mucho más. Entonces te vi desaparecer, el campo simulaba un tobogán y tu cuerpo apareció nuevamente pero bastante alejado, me regalaste una sonrisa espléndida y me pasaste la voz con las manos, corriste con la "ala" bajo el brazo en dirección mía y me la cediste, te dije que no con la cabeza pero me la ofreciste una vez más, te expliqué que no sabía cómo hacerlo y que sentía miedo que podía caerme, subiste sobre el móvil verde y me invitaste a deslizarme contigo, me abracé a tu espalda y nos fuimos hacia abajo, fue una de las experiencias más alucinantes que haya vivido. Me cedieron otra "ala" y me fui hacia abajo una, otra y otra vez más ... volando, viviendo, sintiendo adrenalina pura durante horas.

El campo empinado se fue quedando vacío, los demás niños terminaron yéndose de a pocos, nos quedamos tú, otro niño más y yo, entonces, cuando ya teníamos la parte trasera bastante verde y maltratada por los resbalones consecutivos, nos comentaste que conocías un lugar bonito en la parte de abajo y querías que te acompañáramos, lo pensé mucho y al final decidí ir contigo, él otro niño se animó de inmediato, y nos fuimos los tres a cazar una nueva aventura.

El lugar al que te referías, era como una cueva, un refugio construido a base de barro y de piedra, tenía al lado un árbol y mucha área verde, era un lugar bastante tranquilo e irradiaba un aura que atraía con gran fuerza; me hubiese encantado tener una cámara y poder capturar nuestras expresiones, y capturar también la belleza del lugar en el que nos encontrábamos entonces. Saltábamos y corríamos por los alrededores, durante un buen rato mientras reconocíamos el espacio nuevo, cansados y ya hambrientos nos sentamos a compartir lo poco que llevábamos con nosotros. Tú tenías una bolsa con kekes, pastelillos y bizcochuelos que sacaste a escondidas de la bodega de tu madre, y otra bolsita adicional con la merienda del día, cancha de maíz con un poco de queso, el otro miembro del grupo traía consigo mandarinas y plátanos, yo solamente una galleta y algunos dulces, así que juntamos todo lo que teníamos para comerlo en partes equitativas, nunca antes ni después disfruté tanto un compartir, escaso pero delicioso y sobre todo amabilidad a nuestra corta edad. 


Mientras comíamos nos contaste que días atrás rondabas por el mismo lugar y habías sido partícipe de un alumbramiento, era una yegua que traía a la vida a un hermoso potrillo, cuando entré a la cueva para ver si habían quedado rastros, vi sangre y mucho pelo regado en el suelo, me asusté y salí corriendo, ambos se rieron. En realidad siempre fui muy temerosa y a ti te causaba gracia. Jugamos durante unas horas más y luego recordé que debía volver a casa y que no me salvaría de una buena sacudida, te pedí que volviéramos y accediste, caminamos cansados y todavía con hambre, caminamos y no recuerdo que hablábamos durante el retorno, sólo que cuando ya nos acercábamos vi a tu mamá, la saludé y me fui a casa.

Esa tarde disfruté de tu compañía, de tu alegría y desenfreno, de toda la aglomeración de energía  a punto de estallar, de tu hiperactividad y demencia.



Teníamos casi la misma edad, entonces dejabas salir conmigo todo lo que ardía dentro de ti, eras violento y áspero con los demás pero conmigo eras diferente, compartimos experiencias entre buenas y malas, reímos pero también lloramos, en fin te conocía lo suficiente para saber quién eras y qué herida tuya ardía con mayor intensidad, que era lo que en verdad necesitabas y por qué actuabas así, entendí con el transcurso del tiempo por qué cojeabas de ese pie y no del otro, por qué desafiabas al mundo y vestías de rebeldía al salir el sol y hasta ocultarse la luna. Te conocía tanto y tanto que siempre supe cuáles eran los remedios más certeros para tus males, nadie más lo supo, compartíamos algunas penas y otros tantos dolores.

Por eso, la noche gris en la que volví a casa y me contaron lo que supuestamente había acontecido, se me me nubló la mente y me atrapó una conmoción sin igual, estaba ahí parada ... helada, ida, desaparecida. 

No lo demostré en su momento, me guardé el dolor, me lo fui tragando y cuando estaba a punto de brotar apretaba los puños para demostrar fortaleza, no fui a velar tus recuerdos no porque no quisiera, sólo Dios sabe cuanto me mata contemplar esos momentos negros ESOS DESPRENDIMIENTOS, ese día te regalé cinco goles y siento que no pude haber hecho más, te vi correr tras del balón junto a mi y te sentí en cada paso en cada latido, corrí tanto que sentía que el corazón se me partía en mil pedazos y no importó, tu imagen impresa en mi cabeza no me dejaba respirar en paz necesitaba aproximarme a ti y pedirte explicaciones, suplicarte realidades, encadenarme a tu recuerdo, perpetuar tu voz en mi silencio y gritarte que NUNCA DE LOS NUNCAS iba a arrancarte de mi, nunca de los nuncas iba a olvidar tu sonrisa, nunca de los nuncas iba a dejar de abrazar tus memorias y todo lo que dejaste regado aquí.

Tengo una canción que hiciste tuya reproduciéndose en mi cabeza cada vez que me acuerdo de ti.
Una marinera de antología, con un zapateo bien ejecutado-
Un gol de tiro libre, fantástico.
Una poesía recitada con tus manos.
Una sonrisa, una mirada, un remolino de emociones y un corazón latiendo a gran intensidad.

Tengo tu recuerdo aquí, 
muy dentro 
muy latente
muy punzante.

Tengo tu recuerdo en mi.

1 comentario:

  1. Play Casinos in California - JMHub
    Casinos in California. 당진 출장마사지 California casinos, poker rooms and 전라남도 출장마사지 sports betting, online poker rooms, bingo 천안 출장안마 halls, and 경주 출장안마 the Internet is here. 울산광역 출장안마

    ResponderEliminar