jueves, 8 de noviembre de 2012

Sunrise in october



Desde el día que mis padres se conocieron mi destino apuntaba a que debía nacer en octubre, se fortaleció luego el deseo en el vientre; se fue dando de forma épica, tenía que haber nacido cumplidos los nueve meses, se extendió mi declive, nací un mes después y claramente insisto, todo apuntada a lo que encerraría mi vida tardía, a lo diferente y extraña, a lo inusual e impredecible, a las mil y un contradicciones, a lo que pocos ven y saben, pero que han aprendido a entender a través de mis gritos capturados en escritos. 

Guardo dentro de mi al significado más puro del desorden existencial, a la aglomeración de problemas emocionales y complicaciones sentimentales, guardo dentro de mi toda la esencia de lo que nunca quise ser pero estaba destinada a ser, soy lo que no ven y oculto bajo mi piel.

Yo era para octubre entonces como octubre lo era para mi,
éramos desde tiempos muy remotos cómplices de reencarnaciones constantes,
fieles acompañantes y dulces contrincantes.

Las tardes de primavera dejaba mi cuerpo caer sobre el gras bajo la ilusión de cada ocaso, dejaba mi cuerpo temblar por la sombra de octubre y mis lágrimas brotaban hacia el cielo, contaba los días y los iba tarjando violentamente en la mente, se hacía eterna la espera y me consumía el silencio, octubre llegaba lento y yo la esperaba llorando, viajaba durante un año y volvía con rosas de colores apagando viejos temblores, hermoso y radiante.

Yo volvía a nacer para octubre durante veinte años,
recargaba las fuerzas para iluminarme durante tanto encierro, 
adelantaba el reloj,
calentaba mis llagas sangrantes para no congelarme dormida,
enloquecía la espera,
yo tenía que volverle a nacer a octubre durante veinte años,
hasta que llegaste a mi vida y naciste para ambos.




Llegó el OCHO de octubre,
¿no es hermoso el destino?, ocho es mi número favorito
8 del 10, y 
fueron diez años de ausencia
DIEZ meses me atonté en el vientre
acababa de cumplir veinte, y era el doble de DIEZ,
le sumo las cifras (2 + 0 = 2), equivale a dos almas, la suya y la mía.

Cumplida mi primera década conocí a quien más luz le dio mi vida.
Cumplida mi segunda década volví a nacer en otro cuerpo, tiempo y espacio pero en los mismos brazos.

Y empecé a escribir este blog el jueves 8 de octubre del 2009
INSISTO ¿NO ES HERMOSO EL DESTINO?



Y fueron sus ojos tiernos,
sus manos suaves
su sentir bonito
su ternura indescriptible,
fueron las noches en vela en conversaciones por el celular,
fueron los días soleados de caminatas por los sueños,
fueron las semanas que se nos dieron por descubrir,
el mes que se nos fue y se dibujó en el corazón, el abrazo que se impregnó en el fondo del alma, el cariño que surgió en medio del vacío, la amistad tan hermosa que me libera de la soledad que me convierte en nada.

Su voz purificándose en el alma,
su capacidad tan sublime de dar paz,
su dulzura,
su luz,
su sonrisa angelical,
su fuerza sobrenatural, esa que hace que me levante después de una caiga, que le sonría a mis días azules, que no me atemorice tanto elevarme hasta las nubes, que confíe y sienta que todo va a estar bien a pesar del llanto.

Y es su cariño,
su infinita bondad que va arrebatando mis miedos, va absorbiendo mis enredos y es como  siempre quise que alguien sea, sus palabras, tan precisas y reconfortantes, tan dulces y desbordantes.


                                                  


*  *  *
Cuando de pronto me ves y tengo la mirada perdida,
con ideas escondidas y palabras ausentes.


No quiero que tus ojos se dibujen tan tristes, 
son días en los cuales siento que no siento más que siempre,
cuando respiro más hasta el fondo el dolor de no entenderme,
cuando más me apodera el pánico a perderme,
cuando más me desbarata ser tan diferente y extraña,
cuando más insignificancia me desquicia al no poder merecerte,
cuando más me cuesta hablar y no lograr escucharme,
cuando más desaparecida estoy del mundo al no poder encontrarme,
cuando más normal posible quiero ser para ti y no puedo, 
perdóname yo no puedo,
perdóname por favor pero no puedo.


*  *  *
Tú fuiste mi puesta de sol en octubre,
y no existen palabras, detalles o caricias para agradecerte,
tú fuiste todo lo que necesitaba que fueses,
para intentar volver a sonreír de felicidad,
tú logras que yo desprenda magia por donde camine,
tu eres y seguirás siendo mi ocaso favorito en los meses que vendrán,

mi puesta de sol mientras me voy doliendo
mi retazo de alegría mientras me voy volando

hasta que me dibuje azul nuevamente.


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