Dos mujeres, un mismo destino

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Nunca me costó tanto empezar a escribir como en esta oportunidad, estoy temblando y siento tantas ganas de llorar ... de matar ... de gritar ... de poder hablar con Dios para reclamarle que si de verdad

existe que venga y me lo diga.

Hace varios días el Perú entero se encuentra perplejo, por el asesinato de Stephany Flores; y hubiera sido un caso más del montón, de no tratarse de la hija del exitoso empresario y corredor de autos Ricardo Flores.

Si bien es cierto nos consta, que el poder y el dinero, son las únicas armas capaces de bailar con la justicia en nuestro país; es necesario que acontecimientos como el ya mencionado nos lo recuerden cual escupitajo en el rostro, de nuestra mísera realidad; y no es que no me alegre la captura del asesino Holandés, al cual le deseo con todo cariño *QUE SE PUDRA EN LA CÁRCEL.

Pero el caso es el siguiente: ¿Si se tratase de cualquier otra persona, carente de influencias y cuyo apellido no figura en lado alguno? ¿Sucedería lo mismo? ¿Se lograría atrapar al asesino? ¿La prensa nacional estaría pendiente, buscando una que otra información que sirva para saciar la curiosidad de la plebe demente?

(Cada uno tiene la respuesta, y lamento que coincida en la mayoría de los casos)

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Pero no es esto lo que me impulsa, a sentarme a escribir esta noche, es el miedo que canta tras de mi y me desbarata, el mismo que me atormentó desde el sábado ... desde que me contaron lo que sucedió, (hubiese preferido que no lo hagan).

El 30 de mayo

Posiblemente al mismo tiempo que Stephany era cruelmente asesinada. A muchos kilómetros del lugar de la masacre, exactamente en la sierra de nuestro país, en el mismo día otro asesinato se llevaba a cabo.

Otra mujer era la víctima.

(La llamaré "Antonia", debido a ser un caso delicado, prefiero ocultar su nombre)

En ambos casos, sucedió lo mismo, fueron encontradas muertas, días después de los desgarradores crímenes. Quizás uno más que el otro, por lo que contaré a continuación:

Antonia era pobre, no tenía tarjetas de crédito y tampoco una flamante camioneta del año, pero si una cantidad de dinero que juntó de a poco, con el sudor del olvido.

No usaba ropa de marca, solo unas cuantas polleras gastadas con el paso del tiempo, pero que servían de mucho para cubrir las heridas del abandono.

No viajó nunca, y si alguna vez lo hizo ya lo había olvidado.

No fue participe de fiestas exclusivas, porque hace algunos años la religión evangélica la envolvió en sus redes.

No le regalaron por su cumpleaños, un departamento en Miraflores o un viaje a Europa en un crucero, ignoraba que el pasar de los años, era motivo de alegría.

No conoció el lujo, el poder, y mucho menos la comodidad de tenerlo todo con solo pedirlo; creyó siempre que sufrir era sinónimo de vivir.

No era la primera alumna, ni escribía cartas de amor en las clases de matemáticas, porque ella era analfabeta.

No desobedeció las órdenes de sus padres, ni les faltó el respeto; porque ellos solo existieron en su imaginación.

No se enamoró ni se desilusiono al tercer día, simplemente nunca ilbanó las cuatro letras complicadas del AMOR.

No era mala ni fríbola , tenía el corazón bondadoso y su sonrisa de niña te inundaba de ternura.

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Antonia era diferente, y no porque era SORDOMUDA.

... Sino porque Antonia tenía 80 AÑOS.

* Posdata: El sábado por la noche, mientras se aglomeraba ideas en mi mente y subconsciente, cerré los ojos con odio y con tristeza, mientras rezaba e intentaba comunicarme con ella. Segundos después de mi torpe oración, unas gotas de sangre brotaron del hemisferio izquierdo de mi nariz, era una señal.

Se que leyó mis labios y eso me reconforta un poco ... solo un poco.

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Cuando esté allá en diciembre, ya no me verás a lo lejos con

la boquita semiabierta preguntando con mímicas:

- ¿Quién es ella?

(Después de una corta explicación, ya no abrirás aún más la boca para correr a mis brazos y estamparme un beso, mientras susurras frases en el lenguaje de los ángeles, que nunca fui digna de comprender, no lo soy, ni lo seré ... espérame, ya nos encontraremos en un tiempo no muy lejano)

* Antonia murió asesinada, en su casa, sin testigo alguno ...

.... y hoy desde el cielo, el cual para ella siempre existió.

entiende por fin, la mierda que existe dentro de algunas personas.

[Q.E.P.D]

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