* Mucho frío, tanto que los huesos crujen, no mueves tu cuerpo aunque te empujen. Mucho sol, quema y te agrieta los poros de la piel, tan intenso como el color de la miel. Mucho fútbol, respirar en altura cuesta, más aún si está de por medio un toro de apuesta. Mucho de gritos, cánticos con garra y pasión, amor a la camiseta, cariño a la selección. Mucha melancolía, se envuelven recuerdos para llevar y volar. Mucho licor, te desbaratas, enloqueces, gritas y matas. Mucho amor a las fiestas de Santiago, orquestas de saco/corbata y sazón, de fondo más de un adolorido corazón. Mucho de mucho, mucho de Dios. Mucho de fe, aquella fuerza sobrenatural que te ata a la tierra, sonrisa guerrera. Mucho de todo, mucho de abandono a la vida, de abandono al dolor. Mucho de ilusión, los abrazos de antaño están de regreso. Mucho de lujo, besas los zapatos del mostrador, los pantalones del colgador, las zapatillas deseadas durante verano, durante invierno, besas y estás satisfecho. Mucho de ti, mucho de mi, mucho de nosotros, los que estamos y los que ya no están, los que crecimos deseando convertirnos en personajes de ficción, los que hicimos que Julio se convierta en tradición, mes dónde la pelota roza el piso y explota con algarabía al llegar a la red, o traspasar la ventana al cielo.
Mucho de lo que el viento se llevó, de mis sonrisas reemplazadas por notas musicales, mucho de lo que quise entonces, de lo que quiero hoy y voceos de lo que voy a querer mañana más tarde.
MUCHO DE MI GENTE, MUCHO DE MI CULTURA, MUCHO DE MI PUEBLO, QUE ME ESPERA SENTADO VIENDO LAS NUBES. MUCHO DE LA INOCENCIA QUE SE ME ESCAPO DE LAS MANOS. MUCHO DE MIS MIEDOS, MUCHO DE MIS DOMINGOS DE DEPRESIÓN.
Lo había olvidado, MUCHO DE TU ALIENTO A ALCOHOL, DE TUS BESOS CON SABOR A CERVEZAS EN LUGAR DE CEREZAS, MUCHO DE LÁGRIMAS VENTILADAS EN EL BALCÓN. MUCHO DE RESENTIMIENTO AGLOMERADO EN LA SIN RAZÓN.
Se me agrieta la razón y las imagino las imagino como hace un poco más de un milenio las imagino a fuego lento, escalan lentamente mi piel y se apoderan de mi sentir dulce violento.
Saben necesito volver a sentir mariposas en el corazón, que me hagan sentir viva una vez más vivir el pasado pero hacia atrás abrirle las rejas a mil y un te amo, enseñarles a hablar.
Saben necesito mariposas revoloteando los bolsillos de mi pantalón, que me devuelvan los días bonitos, respirar amor por donde esté, imaginarlo por lo menos, beberlo ansiosa en cada tacita de té.
Saben necesito que cándidas mariposas hagan conexión, que jueguen a esconderte bajo el ocaso del sol dibujar prosas de vida, y nunca jamás encontrar la salida.
Saben necesito cánticos de mariposas para lograr mi ascensión, a lo intangible, a lo inimaginable que me hagan enloquecer de felicidad gritar hasta desmayar, hasta la saciedad.
Saben necesito caricias y mariposas para encerrarlas en una canción, que me enamoren a diario, que sigan pendiente mis pasos como mercenarios besar hasta que se me quiebren los labios.
Saben necesito la fuerza sobrenatural de mariposas para mi rendición, que me hagan frágil y de papel, creer en la existencia de magia en el mundo, la persistencia pura de construir mágicas torres de babel.
Saben necesito la fe empalagosa de mariposas que fabriquen ilusión, que disipen los días turbios que saben a olvido, otorgarle significado al amor, a la existencia de tal, a la explicación del dolor.
Saben necesito mariposas cursis y enamoradizas que hagan erupción, que hagan que mis sentidos empiecen a andar, o por lo menos a caminar más de prisa, que dejen de jugar a conformarse con fingidas risas.
Y entonces imagino que todo va a estar bien, serán ellas las próximas en tocar mi puerta. Saltaré con el corazón en los pies, pintaré con brillo labial mis ojos, pondré rubor en mis labios, verteré gel en mis pómulos, haré las cosas de forma distinta, porque siendo como fui, y siendo como soy, no he podido retener a mis mariposas, las he ido matando una a una, las he lastimado.
Hoy entiendo que el verdadero amor te moldea a su manera, necesita ser regada y mimada de forma peculiar, si no eres capaz de cambiar por amor, no eres capaz de amar, y si no amas, entonces ¿Por qué ir suplicando migajas de amor por dónde vayas?
Esta tarde de julio, quiero adoptar nuevas mariposas, las necesito viviendo muy cerca del alma, ahí dónde se esconde lo inimaginable, ahí dónde uno es sumamente delicado, ahí dónde hace mucho, desde hace mucho pero mucho, no he sentido nada, nada de nada.
Mi apego al arte surgió como necesidad, eran momentos turbios los de entonces, tenía que engañar a la mente antes de que ella me confunda a mi, así comencé a leer, devoré la soledad en libros y la envolví en historias, años después empecé a cantar, se me fueron cantando las penas y ahogando las lágrimas; muchos años después aterricé en este espacio mágico, esta fue y sigue siendo mi primera bitácora de desfogue emocional, de catarsis y transición existencial . . . ¿Hasta cuando? Posiblemente hasta que mude mis dedos a un lugar mejor o hasta el día en el que almacene retazos de vida en material palpable.
Mi futuro es tan incierto como mi realidad, así que seguiré escribiendo MIENTRAS TANTO.